Publicado Originalmente en la Revista Box World (agosto-septiembre 2016).
En el número anterior comentamos
que una de las primeras estrategias para dar el peso es la deshidratación, esta
es una práctica anómala y riesgosa, que va en contra de la propia naturaleza
del organismo y sus procesos físicos comunes, generalmente realizada de forma empírica y
básicamente siguiendo la orden de suprimir de forma estrepitosa la ingestión de
líquidos y alimentos aunado al aumento
de la tasa de sudoración (baños sauna o de vapor, uso de ropa de nylon para
aumentar la temperatura corporal y por ende el sudor, introducir rounds de
sombra, cuerda, y movilidad horas antes
del pesaje, etc.), esto da por resultado pérdida de peso corporal y disminución
importante de las reservas de glucógeno muscular. Con estas prácticas se pone
en riesgo la integridad del atleta, ya que 24 o 36 horas de rehidratación y
alimentación no serán suficientes para reponer días de restricciones, dejando
al boxeador en desventaja y con el riesgo de sufrir una variedad de lesiones o
alteraciones a la salud considerable.
Publicado originalmente en Box World. |
Estrictamente un boxeador que ha
perdido del 1 al 2% de su peso corporal de
agua ya está deshidratado, en el caso teórico de un boxeador de 60 kgs. estamos
hablando de 600 grs. a 1.2 kgs., En la
práctica un boxeador junto con su equipo de trabajo puede llegar a perder 4 a 5
kgs. en cuestión de horas , y puede presentar varios síntomas: se ha
desencadenado el reflejo de la sed, que es el aviso del sistema nervioso
central ante esta agresión, presencia de ojos hundidos, palidez de piel, boca
seca, irritabilidad, debilidad, cansancio, dolor de cabeza, calambres, mareos,
etc. Los boxeadores más experimentados son capaces de soportar estos síntomas,
inclusive lo consideran normal, y llegan a revertir estos malestares al momento
del combate, pero nunca serán las condiciones ideales para competir, existe
evidencia suficiente que sostiene que NO es posible rehidratar de forma
adecuada y reestablecer las reservas de glucógeno en boxeadores que realizan
estas prácticas, además durante el combate se presentará nuevamente deshidratación
(aún cuando el púgil no haya tenido problemas de peso), disminución de los
reflejos, calambres, fatiga muscular, disminución de la fuerza, entre otros
muchos síntomas, ¿cuál será el resultado?, bajo rendimiento deportivo, gran
probabilidad de no salir victorioso en su combate, y un riesgo importante de
ser lastimado.
Aunado a estas prácticas
comúnmente viene el uso de fármacos diuréticos, que aumentan la producción de
orina, ocasionando mayor pérdida de peso
corporal, poniendo en riesgo la función de los riñones, es importante señalar
que el uso de diuréticos está prohibido por la reglamentación en la diversas
comisiones de boxeo y organismos internacionales antidopaje, ya que también es
muy socorrido su uso en la búsqueda de enmascarar o eliminar del organismo la
presencia de sustancias prohibidas.
En el boxeo amateur estas
prácticas son igualmente frecuentes, en estos casos los boxeadores se pesan
todos los días que tendrán competencia, si existe un boxeador que tenga problemas
con peso y avance en la competición, sufrirá restricciones alimentarias e
hídricas todo el tiempo enfrentará a rivales más complicados y tendrá un
rendimiento deportivo cada vez menor.
Es importante recalcar que para
poder determinar con seguridad la división de peso en la que un boxeador debe
competir, es de suma importancia tener un estricto control y vigilancia con un
médico especialista en Medicina del Deporte, el preparador físico y seguimiento
nutricional periódico y estricto. La antropometría (diversas mediciones del
cuerpo), es clave para corroborar que el programa y peso están siendo
adecuados. La pérdida de peso que se quiera lograr para una determinada
división debe estar en función de perder peso a expensas de masa grasa, siendo
valores posibles y compatibles con la salud y buen desempeño deportivo hasta 5%
de grasa corporal en hombres y de 10 a 12 % en mujeres sin comprometer las
reservas de glucógeno y masa
muscular; de acuerdo a las fechas
probables de combate se proyecta la pérdida de peso por semana logrando el
objetivo en la fecha indicada sin restricción importante de líquidos y
realizando tiempos de comidas incluso en día del pesaje.
Miguel Angel Nazul Aké Montiel.
Especialista en Medicina del Deporte.