lunes, 15 de agosto de 2016

Análisis de prácticas de riesgo en el pesaje. BOXEO.


Publicado Originalmente en la Revista Box World (agosto-septiembre 2016).

En el número anterior comentamos que una de las primeras estrategias para dar el peso es la deshidratación, esta es una práctica anómala y riesgosa, que va en contra de la propia naturaleza del organismo y sus procesos físicos comunes,  generalmente realizada de forma empírica y básicamente siguiendo la orden de suprimir de forma estrepitosa la ingestión de líquidos y alimentos aunado al  aumento de la tasa de sudoración (baños sauna o de vapor, uso de ropa de nylon para aumentar la temperatura corporal y por ende el sudor, introducir rounds de sombra, cuerda,  y movilidad horas antes del pesaje, etc.), esto da por resultado pérdida de peso corporal y disminución importante de las reservas de glucógeno muscular. Con estas prácticas se pone en riesgo la integridad del atleta, ya que 24 o 36 horas de rehidratación y alimentación no serán suficientes para reponer días de restricciones, dejando al boxeador en desventaja y con el riesgo de sufrir una variedad de lesiones o alteraciones a la salud considerable.

Publicado originalmente en Box World.



Estrictamente un boxeador que ha perdido del  1 al 2% de su peso corporal de agua ya está deshidratado, en el caso teórico de un boxeador de 60 kgs. estamos hablando de 600 grs. a 1.2 kgs.,  En la práctica un boxeador junto con su equipo de trabajo puede llegar a perder 4 a 5 kgs. en cuestión de horas , y puede presentar varios síntomas: se ha desencadenado el reflejo de la sed, que es el aviso del sistema nervioso central ante esta agresión, presencia de ojos hundidos, palidez de piel, boca seca, irritabilidad, debilidad, cansancio, dolor de cabeza, calambres, mareos, etc. Los boxeadores más experimentados son capaces de soportar estos síntomas, inclusive lo consideran normal, y llegan a revertir estos malestares al momento del combate, pero nunca serán las condiciones ideales para competir, existe evidencia suficiente que sostiene que NO es posible rehidratar de forma adecuada y reestablecer las reservas de glucógeno en boxeadores que realizan estas prácticas, además durante el combate se presentará nuevamente deshidratación (aún cuando el púgil no haya tenido problemas de peso), disminución de los reflejos, calambres, fatiga muscular, disminución de la fuerza, entre otros muchos síntomas, ¿cuál será el resultado?, bajo rendimiento deportivo, gran probabilidad de no salir victorioso en su combate, y un riesgo importante de ser lastimado.
Aunado a estas prácticas comúnmente viene el uso de fármacos diuréticos, que aumentan la producción de orina, ocasionando  mayor pérdida de peso corporal, poniendo en riesgo la función de los riñones, es importante señalar que el uso de diuréticos está prohibido por la reglamentación en la diversas comisiones de boxeo y organismos internacionales antidopaje, ya que también es muy socorrido su uso en la búsqueda de enmascarar o eliminar del organismo la presencia de sustancias prohibidas.
En el boxeo amateur estas prácticas son igualmente frecuentes, en estos casos los boxeadores se pesan todos los días que tendrán competencia, si existe un boxeador que tenga problemas con peso y avance en la competición, sufrirá restricciones alimentarias e hídricas todo el tiempo enfrentará a rivales más complicados y tendrá un rendimiento deportivo cada vez menor.

Es importante recalcar que para poder determinar con seguridad la división de peso en la que un boxeador debe competir, es de suma importancia tener un estricto control y vigilancia con un médico especialista en Medicina del Deporte, el preparador físico y seguimiento nutricional periódico y estricto. La antropometría (diversas mediciones del cuerpo), es clave para corroborar que el programa y peso están siendo adecuados. La pérdida de peso que se quiera lograr para una determinada división debe estar en función de perder peso a expensas de masa grasa, siendo valores posibles y compatibles con la salud y buen desempeño deportivo hasta 5% de grasa corporal en hombres y de 10 a 12 % en mujeres sin comprometer las reservas de glucógeno y  masa muscular;  de acuerdo a las fechas probables de combate se proyecta la pérdida de peso por semana logrando el objetivo en la fecha indicada sin restricción importante de líquidos y realizando tiempos de comidas incluso en día del pesaje.

Miguel Angel Nazul Aké Montiel.
Especialista en Medicina del Deporte.