lunes, 26 de septiembre de 2011

Los fracasos deportivos en México.



El deporte es claro reflejo de una sociedad y de su gobiernos, en México, no puede abstraerse de nuestra forma de vida, ideales, nacionalismo pero también de nuestros defectos como personas, idiosincrasia y egoísmos.
No es fácil dar un diagnóstico, ni pretendo realizarlo, del porqué el deporte mexicano tiene años de estancamiento, retraso y deterioro, el presupuesto en México asignado al deporte, rebasa, en mucho, al destinado en países con mejores resultados deportivos y menor número de habitantes.
Cada dos años, la sociedad en general, y los amantes al deporte, experimentan un trago amargo al ver los magros resultados de las delegaciones mexicanas en Juegos Olímpicos y en las copas mundiales de futbol, la mercadotecnia, publicidad y la venta de una imagen fuera de toda proporción y realidad hacen levantar falsas esperanzas de resultados maravillosos en esas justas deportivas cuando, en la realidad hay atletas que no están en su mejor momento deportivo, carecen de preparación integral, o simplemente de nivel.
Invariablemente casi en cada justa deportiva internacional hay algún problema administrativo extra deportivo que sale a la luz pública, no nos imaginemos del cual nunca nos enteramos, ejemplos sobran: indisciplinas, falta de apoyos económicos, problemas con patrocinios personales que chocan con los institucionales, falta de uniformes o uniformes de mala calidad, lesiones mal tratadas, etc., No perdamos de vista lo que sucederá en Guadalajara a partir del 14 de Octubre de este ano, con los Juegos Panamericanos se pondrá a prueba una vez más a las autoridades deportivas mexicanas, a sus atletas, métodos de selección, resultados y en esta ocasión, la organización del evento.
Cabe separar al deporte en dos grandes divisiones, para vislumbrar un poco, en donde puede estar el detalle: el Deporte profesional y el amateur.
El balompié profesional el deporte más popular del mundo goza de similar simpatía en México, los recursos, difusión y apoyos económicos aquí son los generadores del problema, no por su ausencia sino por el contrario, al ser un espectáculo ampliamente redituable, son muchos los dueños del balón y nadie piensa ceder, la federación nacional juega a favor de un grupo de empresarios al igual que un empleado a su dueño y los trabajadores (jugadores) al parecer no tienen la menor idea de lo que a Ley General del Trabajo y Sindicatos se refiere lo que los convierte en simpáticos y ejemplares modelos de diversas marcas comerciales y explotados, timoratos e iletrados defensores de sus derechos. Como resultado existe una liga medianamente competitiva con un público cautivo y fijo, gracias a la televisión, que no exige una mejora sustancial en todos los aspectos antes mencionados. El béisbol no goza de la misma cobertura mediática, aún teniendo, proporcionalmente y en resultados, mucho mejor nivel nacional e internacional que el futbol;  más y  mejores jugadores exportados a las mejores ligas del mundo y más de un jugador como estrella de los mejores equipos de la MLB; Hasta hace pocos años, la pelota mexicana adolecía del fantasma del doping, problema que actualmente parece estar controlado.
El boxeo mexicano es un caso particular, experimenta un “renacimiento” espectacular, llegando a tener ratings televisivos cercanos y en ocasiones superiores al propio futbol, miles de peleadores mexicanos, lo intentan cada semana empujados por la pobreza, desempleo, el amor al deporte y el talento natural para su práctica  con el que los peleadores aztecas cuentan. Lamentablemente ellos son presa de los mismos dueños del balón y también de las diversas organizaciones internacionales y nacionales que dan el aval para competir por las millonarias bolsas económicas no necesariamente por sus propios resultados deportivos, sino por su carisma y  principalmente por su promotor. Sin embargo actualmente hay un número importante de púgiles mexicanos campeones mundiales en diversas categorías. Punto a favor del deporte en modalidad individual, en los que México sobresale y que bien podría ser tema de otro análisis, ¿son los fracasos en deporte de conjunto, una clara muestra de nuestra idiosincrasia como mexicanos?.
El deporte amateur carece de las personas adecuadas, con los perfiles profesionales, educativos y didácticos ideales, aún existe mucha improvisación y falta de profesionalización. El empirismo aún es parte cotidiana en la metodología del desarrollo de talentos deportivos. En el aspecto presupuestal, los recursos sufren del vaivén político y electoral dependiente del gobierno federal, estatal y municipal, eso es una triste realidad.
Siendo justos hay signos de mejoría en el deporte mexicano principalmente en el amateur, existen personas con grandes ideales y propuestas, y estas poco a poco van permeando en los sitios adecuados, la clara intención de involucrar seriamente  a las ciencias aplicadas al deporte es un acierto que debe mantenerse y volverse obligatorio;  sin embargo hacen falta  políticas claras que subsistan sin importar el color e ideología del partido político gobernante y principalmente la falta de la cultura deportiva en México, que dicho sea de paso, sufre de una grave epidemia de obesidad y sobrepeso, que probablemente sería menos difícil de combatir con una verdadera y sólida cultura de activación física y deporte.
Por último, la sociedad mexicana contribuye, en gran medida, a todo lo anterior al no ser participativa en los procesos deportivos juveniles, falta de conocimiento y ocasionalmente interesada únicamente en el mero resultado sin analizar ni criticar objetivamente el proceso o metodología empleada en los atletas.
Hay mucho que hacer para que el deporte mexicano tome el lugar que le corresponde, es responsabilidad de la sociedad y de los directamente involucrados, demandar a las autoridades lo estrictamente necesario para lograrlo y ser lo que siempre se ha deseado, una potencia mundial, en el deporte y en todos los aspectos.

Sportygeia, Medicina Nutrición y Deporte.






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