lunes, 12 de septiembre de 2016

FRACTURAS DE MANDÍBULA EN EL BOXEO Y OTROS DEPORTES DE COMBATE.



(Modificado del publicado originalmente en Box World No. 15,  Septiembre-octubre 2016). 

El 31 de marzo de 1973 Muhammad Ali perdió por segunda vez en su carrera por decisión dividida frente a Ken Norton, no se sabe exactamente en cuál de los doce asaltos sucedió, pero en la reyerta, Ali sufrió fractura de la mandíbula, a pregunta expresa declaró que por supuesto que no sabía que tenía la mandíbula fracturada y por eso completó toda la ruta. El mundo lo tachó de guerrero y alimentó a la futura leyenda, mismo caso para Arthur Abraham que se impuso por puntos a Edison Miranda el 23 de septiembre de 2006, no fue el caso de Víctor Ortiz, Andrew Golota, Víctor Emilio Galindez, José María Gatica, etc. Quienes sufrieron sendas fracturas de mandíbula pero no continuaron en la pelea. Lo anterior es debido a que este tipo de lesión es muy compleja y  depende de muchos factores: ninguna mandíbula es igual a otra,  la dirección y ángulo del golpe, el protector bucal y las condiciones del hueso serán factores determinantes en la magnitud de los síntomas y gravedad de la lesión, estos a su vez condicionarán el tipo de tratamiento o cirugía a realizar, tiempo de recuperación y las posibilidades de regresar al ring. En la emergente y apasionante UFC también se han dado casos de este tipo de lesión. Tal es el caso de UFC 187, John Makdessi resultó con una fractura de mandíbula producto de una  patada de Donald Cerrone, en esta disciplina de combate la fuente de la fractura es variada debido a las técnicas de golpeo (codo, puño, patada, etc.).




Víctor Ortiz sufrió fractura de la mandíbula en el 9no. Round en su combate v.s. Josesito López el 23 de junio de 2012.



La mandíbula es un hueso en forma de U, es la parte móvil de los huesos del tercio inferior de la cara, se articula en la parte baja del cráneo con el maxilar superior, es un hueso muy fuerte y expuesto, tiene una función importante en la alimentación y en el habla.  En el boxeo la causa de fractura es por un impacto directo o indirecto, en el primer caso la fractura se presentará en el sitio del impacto, en el segundo la fractura se presentará en el sitio del impacto y además en el lado opuesto, si la mandíbula estaba abierta o la boca poco apretada. 




Artículo original. Box World No. 15, septiembre-octubre 2016.


La fractura de la mandíbula no es la lesión más frecuente que se presenta en la cara, pero al igual que todas las fracturas de esta región exponen la integridad del boxeador y comprometen su vida, salud y carrera deportiva. Los síntomas que orientaran hacia la presencia de esta lesión son muy variables, entre ellos: dolor intenso,  entumecimiento, hormigueo o anestesia en el sitio del impacto, sensación de chasquido y crujido al momento del contacto, así como a la palpación posterior, dificultad para hablar, alteraciones de la  oclusión (cierre de la boca), alteración en el contorno de la cara y movilidad anormal de la mandíbula,  hemorragia abundante intra o extra oral, movilidad de los dientes, presencia de hematomas (signo tardío), si hay fractura en ambos lados de la mandíbula, en el ángulo o en la rama mandibular, los músculos que contienen la posición de  la lengua perderán su función lo que ocasionará relajamiento de la misma, caída hacia atrás y obstrucción de la vía aérea.




Anatomía de la mandíbula (tomada de fightland.vice.com).



Es muy importante que el boxeador y todos los personajes que rodean a la función (esquinas, referees, médicos de ringside y paramédicos), sepan identificar tempranamente estos síntomas para finalizar el combate y limitar el daño. La longitud, dirección, forma y localización de la fractura o fracturas de este hueso condicionarán la percepción de los síntomas, esto explica él porque será posible ver a boxeadores que concluyan sus combates y otros no. Lo que debe hacerse de inmediato una vez que se ha identificado la presencia de esta lesión y  finalizada la pelea, será asegurarse que la vía aérea no está comprometida y trasladarse de inmediato a un hospital para llevar a cabo los estudios de imagen correspondientes y con base en esto, planificar la intervención terapéutica conveniente. Posteriormente debe planificarse cuidadosamente el plan de recuperación, rehabilitación y fisioterapia, así como el regreso seguro a la actividad pugilística, cabe mencionar que la dirección del trazo de la fractura o fracturas será determinante en el tiempo y calidad de recuperación, ya que los mismos músculos de la mandíbula se encargarán de acercar o alejar los trazos o fragmentos óseos mandibulares. Cabe mencionar que han existido casos de boxeadores que experimentan los signos de forma tardía, horas después del combate, en estos casos deberá hacerse lo anteriormente señalado cuando se identifique o sospeche la presencia de esta lesión.



Imagen radiológica con evidencia de fractura mandibular. (tomada de fightland.vice.com).

En la parte preventiva el boxeador deberá presentarse siempre con buen estado de hidratación y peso para no llegar con déficit de rendimiento a los combates, alteración en los reflejos y movilidad que lo lleve a ser un blanco fácil y debilitado, por otro lado es muy importante mantener un estado de salud óptimo del hueso mandibular a través de una periódica  y estricta salud de la cavidad oral y de la dentadura, en el caso de existir la presencia de un tercer molar retenido, (muela del juicio), esta deberá ser extraída en el momento más oportuno de acuerdo a su calendario deportivo.


Miguel Angel Nazul Aké Montiel.
Médico especialista en Medicina del Deporte.







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